No iré a la boda de mi hermana a menos que cambie algo que me exige hacer ese día
Hay invitaciones a una boda que, en vez de darnos alegría, nos causan preocupación. El solo hecho de pensar en el vestido, los zapatos, el desplazamiento y hasta el regalo para los novios, suelen ser temas que pueden volverse un poco difíciles de solucionar. Más, cuando los novios ponen protocolos estrictos o que se pasan de ingeniosos. En el caso de esta invitada, el problema era aún mayor porque se trataba de la boda de su propia hermana. Los […]