Probablemente, en cada casa, exista un álbum con antiguas fotografías familiares, al cual se le quita el polvo en las reuniones con parientes en casa para sumergirnos al encantado lugar de los recuerdos. Y una de las actividades más interesantes es observar estas imágenes y encontrar parecidos razonables contigo mismo. Alguien hereda su nariz, otra tiene los ojos y la sonrisa de su madre y hay quienes parecen un clon de su abuela o tatarabuelo.

Los protagonistas de esta recopilación de Genial.guru sirven de buen ejemplo para saber lo poderosa que es la herencia genética.

“Mi mamá, conmigo, en el año 2005, y mi foto actual. Todos dicen que me parezco a ella cuando era adolescente”

“Mi primogénito nació en 2015 (a la izquierda), mi segundo hijo nació en 2019 (a la derecha). ¡Tienen la misma fecha de cumpleaños, pero con una diferencia de 4 años!”

“Foto del pasaporte libanés de mi abuela, año 1955 (a la izquierda), y mi foto (a la derecha). El regalo de Navidad del año pasado para mi padre”

33 años después: el mismo sillón, la nueva generación

Las primas recrean las imágenes de sus madres. Año 1985, comparado con 2019

“Mi hija (a la derecha) y su bisabuela, la abuela materna de mi esposa (a la izquierda)”

“Mi esposo (a la derecha) es sorprendentemente parecido a su abuelo (a la izquierda). En las imágenes, ambos tienen 26 años”

“Mi esposo (1978) y mi hija (2012)”

“Mi madre, a los 20 años, en la década de 1970, y yo, a los 26”

“Mi abuelo, en 1942 o 1943 (a la izquierda) y yo (a la derecha)”