Vivimos en una época en la que cuidar el aspecto físico se ha convertido no solo en la norma, sino en una rutina obligatoria. Sin embargo, a la hora de cuidarnos, muchos de nosotros nos limitamos a partes del cuerpo tan observables como la cara, el cuello y las manos. A todo el mundo, sin excepción, le preocupan las odiadas arrugas bajo los ojos y el óvalo facial caído, pero poca gente presta atención a las zonas poco visibles que nos dicen más de nuestra edad de lo que creemos.

En Genial.guru, hemos decidido hablar de las metamorfosis poco evidentes que sufre nuestro cuerpo a medida que envejecemos. Y también queremos compartir nuestros consejos para ayudar a ralentizar el proceso de envejecimiento en la medida de lo posible.

10. Pestañas

A medida que envejecemos, el nivel de estrógeno, la hormona responsable de la juventud y la salud de nuestra piel y cabello, disminuye gradualmente. Como resultado, no solo nuestro cabello, sino también nuestras pestañas sufren: se vuelven más cortas, más claras y más frágiles.

Cómo prevenirlo

Para evitarlo, los expertos recomiendan desmaquillar los ojos antes de acostarse, así como no exagerar con los rizadores de pestañas, ya que una permanente agresiva puede dañar e, incluso, romper los frágiles pelos de las pestañas. Si las pestañas se debilitan con el tiempo, los sérums nutritivos pueden ayudar a recuperar su aspecto anterior.

9. Cejas

Por la misma razón, nuestras cejas se adelgazan, sus pelos pierden su brillo y color característicos. Como resultado, casi se pierden en el rostro y la mirada se vuelve menos expresiva.

Como prevenirlo

Las cejas pueden recuperar su aspecto anterior tanto en casa, con medios improvisados, como con la ayuda de procedimientos de salón. En el primer caso, tendrás que armarte con un lápiz de un tono adecuado, un buen pincel y gel fijador. Pero si quieres arreglar un método más radical y mantener el efecto durante más tiempo, entonces la opción perfecta sería el microblading de cejas. Sin embargo, antes de decidirte por este procedimiento, por supuesto, es necesario consultar con un dermatólogo para evitar posibles complicaciones.

8. Cabello

Las canas son, sin duda, uno de los signos más claros del envejecimiento. Pero además del color del cabello, el grosor y la estructura del mismo también cambian con la edad. El cabello se vuelve más fino y claro, y muchos folículos dejan de producir nuevos cabellos. Como resultado, el cabello es más fino y el cuero cabelludo se hace más visible.

Cómo prevenirlo

No se puede retroceder el reloj, por supuesto, pero un buen cuidado puede ralentizar el proceso de envejecimiento. Así que elige los productos adecuados, no olvides hidratar y nutrir, no te pases con el champú y trata de lavarte el pelo al menos dos veces por semana.

7. Nariz